domingo, 10 de marzo de 2013

Dos Grandes de los Doce Cuentos Peregrinos




El rastro de tu sangre en la nieve

Nena Daconte y Billy Sánchez de Ávila, eran una pareja de jóvenes, ella una estudiante y el un buscapletios pandillero de una familia con mucho dinero, se enamoran y se casan.  Recibían las felicitaciones de todos, cuando de pronto apareció el embajador junto con su esposa, traía un ramo de rosas en la mano, cuando Nena Daconte las recibió se puyó con una espina de estas, pero no le puso mucha atención  Iban de camino a París, en su viaje de bodas,  era un camino largo, y el dedo de Nena Daconte empezó a sangrar, ella sacó la mano por la ventana a manera que se cauterizara la herida, pero lo único que consiguió fue hacer un rastro de sangre en la nieve. Al ver esto, su esposo la llevó al hospital de París  al llegar un doctor le reviso el anular y la mando para cuidados intensivos e informó al esposo que solo habían visitas los martes, el tenía pues que esperar 8 días puesto que era martes. Pasó los días esperando, un poco aburrido puesto que no conocía nada de París ni tenía forma de comunicarse, pues no tenía su agenda y no hablaba francés. Cuando llegó al hospital el día que era la visita  le contaron que su esposa falleció,  los papas de Nena Daconte ya habían ido a recoger el cuerpo, ya había sido enterrada y el fue el hombre mas buscado en París por 4 días.



El verano feliz de la señora Forbes

Eran dos hermanos aventureros, les gustaba bucear, cazar ratas y sobre todo pasar los días junto con su Papás. Por asunto de trabajo los papás tuvieron que irse 5 semanas y contrataron una instructora alemana para que supervisara a los niños, ella era muy estricta, pero hacia unos postres riquísimos  Los niños no muy convencidos de la idea trataron de ganar puntos para que les diera postre, pero no tenían la libertad necesaria que querían, colmados de sus regaños y firmezas, la llegaron a odiar, y la llegaron a querer matar cuando la descubrieron robando vino de la botella especial del Papá. Ellos echaron un veneno natural  en la botella de vino, con la intención de matarla, tomó una vez, y no pasó absolutamente nada, y a la segunda noche que tomó, la pasó cantando toda la noche. Al despertar los niños se sintieron complacidos porque no escucharon ni una señal de vida en el cuarto de la señora Forbes, se fueron a bucear por un largo tiempo y al volver a casa, la encontraron llena de policías, y un camarógrafo en el cuarto tomando fotos del cadáver  les explicaron que la señora murió con 27 heridas de cuchillo.  y así terminó el verano feliz de la señora Forbes.



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