¡Hola amigos! Les comparto algunas de mis primeras lecturas, hace ya algunos años de ello, sin embargo las recuerdo como si las hubiese leído hace algunos días, son historias que no puedes olvidar y siempre te acompañan.
Miguel y el dragón
de Elisabeth Heck
En este libro viví
toda una aventura, desde que el dragón sale del lago donde había vivido por
siempre en busca aventuras por el mundo pero la única condición era que
no podía volver sino con un amigo o con un hombre conquistado, pasaron los
días, meses y años y todos le tenían
miedo, hasta que un día un niño muy curioso, llamado Miguel, entró al bosque en busca del escondite del
sol cuando se encontró con la sorpresa de encontrar al Dragón, este estaba muy
lastimado de la cola, por mordérsela el mismo. Miguel al ver esto lo vendó con
su camisa y se fueron a la ciudad donde todos los esperaban con lanzas y
cuchillos pero Miguel al ver esto lo defendió, y desde este momento este fue el
amigo que el Dragón esperó por tanto tiempo.
Este libro me ayudó a
comprender que conquistar no
necesariamente quiere decir derrotar o vencer a alguien sino que también se
puede hacer o manifestar con amor, cariño y amistad.
David y el monstruo que no sabía jugar
de José María Plaza
Fue
una experiencia muy divertida. Empieza en el cuarto de David, el se
encontraba jugando, cuando de repente apareció un monstruo y trato de asustarlo,
pero no pudo ya que David pensaba en otras cosas. El monstruo muy triste que no
lo pudo asustar empezó a llorar, cuando David lo vió llorando lo invitó a jugar
y el monstruo aceptó, pero como no podía, David le tuvo que enseñar y así jugaron
muy alegres toda la noche hasta que el monstruo se tubo que ir a su casa a
dormir.
Este libro me mostró que no hay limites ni reglas para jugar y que solo
existe una que es: divertirse.
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